NUESTRA MISIÓN

NUESTRA MISIÓN COMO MINISTROS DE DIOS

^{Ezequiel 22:30}

^<< Busqué entre ellos un hombre que levantara una muralla y que se pusiera en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyera; pero no lo hallé. >>

Introducción:

Descripción de este hombre llamado por Dios:

Quien fue Ezequiel? Este sacerdote y profeta hebreo nació en el año 627 antes de Cristo, Ezequiel, era hijo de Buzí, de linaje sacerdotal, el nombre Ezequiel es (hebreo: Yejez·qé'l) significa Dios Fortalece. Ezequiel es un profeta mayor exiliado a Babilonia, que se caracteriza como un hombre teólogo entre los profetas. A los treinta de su edad (cf. 1, 1), Dios lo llamó al cargo de profeta, que ejerció entre los desterrados durante 22 años, es decir, hasta el año 570 a. C.

¿Porque Dios levantó a Ezequiel como profeta de Israel en ese Tiempo?

Porque A pesar de las calamidades del destierro, los cautivos no dejaban de abrigar falsas esperanzas, creyendo que el cautiverio terminaría pronto y que Dios no permitiría la destrucción de su Templo y de la Ciudad Santa , porque había, además, falsos profetas que engañaban al pueblo prometiéndole en un futuro cercano el retorno al país de sus padres. Tanto mayor fue su desengaño cuando llegó la noticia de la caída de Jerusalén. En este periodo de tiempo algunos perdieron la fe y se entregaron a la desesperación.

Características de lo que estaba sucediendo en el pueblo de Israel

^{Ezequiel 22: Reina Valera 1995}

²⁶ Sus sacerdotes violaron mi Ley y contaminaron mis santuarios; entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia, ni distinguieron entre inmundo y limpio.De mis sábados apartaron sus ojos, y yo he sido profanado en medio de ellos.

²⁷ Sus jefes en medio de ella son como lobos que arrebatan la presa: derraman sangre para destruir las vidas, para obtener ganancias injustas.

²⁸ Sus profetas recubrían con lodo suelto, profetizando vanidad y prediciéndoles mentira, diciendo: «Así ha dicho Jehová, el Señor», y Jehová no había hablado.

²⁹ El pueblo de la tierra oprimía y robaba; al afligido y necesitado hacía violencia y al extranjero oprimía contra derecho.

Por la situación que estaba viviendo el pueblo de Israel, Dios levanto a Ezequiel como Profeta, con una Misión que consistió principalmente en combatir la idolatría, la corrupción por las malas costumbres, y las ideas erróneas acerca del pronto regreso a Jerusalén.

Si observamos esta descripción de aquel entonces, podemos notar, que muchas de estas cosas son características del tiempo que estamos viviendo actualmente, y como Dios es el mismo Ayer, Hoy y por los Siglos, con el mismo poder con que llamó y levanto a Ezequiel en ese tiempo, Dios está llamando hoy hombres y mujeres a levantarse en este tiempo.

Cuando Dios llama y levanta a alguien no solo le hace un llamado, sino que también le da una Misión para que la desarrolle.

I_ ¿Cuál es esa Misión que Dios le da al Hombre, para qué lo levanta?

Para ser un Atalaya, y un Atalaya es un siervo (a) escogido por Dios para consagrarse en oración, intercesión, a anunciar su palabra, llamado por Dios precisamente para ser:

1- Un Centinela, (que vigile)

Ezequiel 33:

¹ Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

² «Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo y diles: "Cuando traiga yo espada sobre la tierra, y el pueblo de la tierra tome a un hombre de su territorio y lo ponga por centinela,

2- Que toque la Trompeta, (que advierta de el peligro)

³ y él vea venir la espada sobre la tierra, y toque la trompeta y avise al pueblo,

¿De qué es responsable ante Dios el que Anuncia y el que Escucha?

⁴ cualquiera que oiga el sonido de la trompeta y no se prepare, y viniendo la espada lo hiera, su sangre será sobre su cabeza.

⁵ El sonido de la trompeta oyó, pero no se preparó: su sangre será sobre él; pero el que se prepare, salvará su vida.

⁶ Pero si el centinela ve venir la espada y no toca la trompeta, y el pueblo no se prepara, y viniendo la espada, hiere a alguno de ellos, este fue tomado por causa de su pecado, pero demandaré su sangre de mano del centinela.

⁷ »A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por centinela de la casa de Israel: tú oirás la palabra de mi boca y los amonestarás de mi parte.

⁸ Cuando yo diga al impío: « ¡Impío, de cierto morirás!», si tú no hablas para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, pero yo demandaré su sangre de tu mano.

⁹ Pero si tú avisas al impío de su camino para que se aparte de él, y él no se aparta de su camino, él morirá por su pecado, pero tú libraste tu vida"».

Al hacer esto, el Atalaya cumple con su misión, y si el pueblo o la gente no se arrepienten, quien anuncia, declarando al hombre su error y advirtiéndole del grave peligro que corre si no se arrepiente, es liberado de toda responsabilidad porque ha obedecido a Dios , sin embargo quien escuchando la palabra que viene de parte de Dios ,y no se arrepiente, tendrá que dar cuenta un día delante del tribunal de Cristo de su mala conducta, donde no podrá culpar a Dios y al hombre de su calamidad sino que él tendrá que hacerse responsable de su desdicha y desgracia, asumiendo la consecuencia de su desobediencia y rebeldía a la palabra que le había sido dada.

(Dios también llama y levanta a las mujeres):

Jueces 5:7 (Reina-Valera 1995)

⁷ Las aldeas quedaron abandonadas en Israel,
    habían decaído,
    hasta que yo, Débora, me levanté,
    me levanté como madre en Israel.

Misión: El hombre y la mujer son levantados por Dios para que sean su voz en la congregación y en el mundo.

II- ¿Cuál es nuestra Misión como Pueblo de Dios ante el mundo?

2 Crónicas 7:14

Si se humilla mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oran, y buscan mi rostro, y se convierten de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra.

A- Humillarnos

B- Orar – Interceder

C- Buscar el rostro del Señor

D- Convertirnos de nuestros malos caminos

La bendición: Dios perdona nuestros pecados y Sana nuestra Tierra.

III- ¿Cuál es nuestra Misión como Ministros de Dios?

A - Interceder:

- Con gemidos:

^{Joel 1:13} »Vestíos de luto y lamentad, sacerdotes;
    gemid, ministros del altar;
    venid, dormid con ropas ásperas,
    ministros de mi Dios;
    porque quitada es de la casa de vuestro Dios
    la ofrenda y la libación

Vestíos de luto: otra traducción: de ropas ásperas: vestiduras confeccionadas con pelo de camello o de cabra y utilizadas para hacer penitencia (2 S 3.31; 2 R 6.30; Jer 4.8).

- Proclamando Ayuno y Asamblea:

14 Proclamad ayuno, convocad asamblea,
    congregad a los ancianos
    y a todos los moradores de la tierra
    en la casa de Jehová, vuestro Dios,
    y clamad a Jehová.

Llorando y pidiendo Perdón por aquellos que no lo hacen:

¹⁷ Entre la entrada y el altar
    lloren los sacerdotes ministros de Jehová,
    y digan: "Perdona, Jehová, a tu pueblo,
    y no entregues al oprobio tu heredad
    para que no la dominen las naciones.
    ¿Por qué han de decir entre los pueblos:
    «¿Dónde está su Dios»?"

¿Qué provocamos en el Reino de los Cielos cuando intercedemos así?

Joel 2:

¹⁸ »Y Jehová, solícito por su tierra,
perdonará a su pueblo.

¹⁹ Responderá Jehová y dirá a su pueblo:
    Yo os envío pan, mosto y aceite,
    y seréis saciados de ellos;
    y nunca más os pondré
    en oprobio entre las naciones.

El vino, el trigo y los olivos (de cuyo fruto - la aceituna - se hace el aceite) eran elementos indispensables para el culto del templo. En la situación descrita por el profeta, la pérdida de las cosechas había sido total, de manera que hasta debieron interrumpirse los sacrificios diarios.

B- Convertirnos a Dios con todo nuestro corazón:

¹² »Ahora, pues, dice Jehová,
    convertíos ahora a mí
    con todo vuestro corazón,
    con ayuno, llanto y lamento.

¹³ Rasgad vuestro corazón y no vuestros vestidos,
    y convertíos a Jehová, vuestro Dios;
    porque es misericordioso y clemente,
    tardo para la ira y grande en misericordia,
    y se duele del castigo.

Fiel es el Señor que te llama y te dice

^<<Yo he buscado entre ellos a alguien que se interponga entre mi

pueblo y yo, y saque la cara por él para que yo no lo destruya>>

(Ezequiel 22:30- Nueva Versión Internacional)

¿Qué le responderás Tú?