LA VIDA QUE AGRADA A DIOS
LA VIDA QUE AGRADA A DIOS
Romanos 2:1-2(Reina Valera 1995)
1 Por lo tanto, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro verdadero culto.
Aquí, Pablo da a los cristianos de Roma una serie de instrucciones sobre la conducta que deben observar en diversas circunstancias.
Instrucciones que también nosotros como Hijos de Dios, debemos considerar llevar a cabo, para agradar a Dios en nuestra vida.
Presentéis vuestros cuerpos: es decir, la totalidad del ser. (Cuerpo-Alma y Espíritu). Involucra todo, nada queda exento.
Sacrificio vivo u ofrenda viva: Una vida rendida a Dios, es un sacrificio vivo.
Verdadero:También puede traducirse por espiritual o racional.
La Nueva Versión Internacional de la Biblia lo aclara aún más:
1 Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, *santo y agradable a Dios.
Aquí, Pablo da a los cristianos de Roma una serie de instrucciones sobre la conducta que deben observar en diversas circunstancias.
Instrucciones que también nosotros como Hijos de Dios, debemos considerar llevar a cabo, para agradar a Dios en nuestra vida.
Presentéis vuestros cuerpos: es decir, la totalidad del ser. (Cuerpo-Alma y Espíritu). Involucra todo, nada queda exento.
Sacrificio vivo u ofrenda viva: Una vida rendida a Dios, es un sacrificio vivo.
Verdadero:También puede traducirse por espiritual o racional.
La Nueva Versión Internacional de la Biblia lo aclara aún más:
1 Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, *santo y agradable a Dios.
UNA VIDA QUE AGRADA A DIOS, NO SE CONFORMA A ESTE SIGLO:
2 No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Este mundo: o El tiempo presente.
Veamos el ejemplo de Daniel:
UN HOMBRE QUE NO SE CONFORMÓ A SU SIGLO.
Daniel 6: (Reina-Valera 1995)
7 Todos los gobernadores del reino, magistrados, sátrapas, príncipes y capitanes han acordado por consejo que promulgues un edicto real, y lo confirmes, ordenando que cualquiera que en el espacio de treinta días demande petición de cualquier dios u hombre fuera de ti, rey, sea echado al foso de los leones.
¿Qué hizo Daniel?
Daniel 6: 10
Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa; abiertas las ventanas de su habitación que daban a Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, oraba y daba gracias delante de su Dios como solía hacerlo antes.
El edicto: era la ley que no podía ser abrogada.
Pero Daniel no dejó de ser hacer lo que hacía siempre, no negó su fe, no cambió su forma de adorar a Dios para formar parte del Sistema y ser aprobado por la Sociedad de su Tiempo. No dejó de ser quien era, porque él había tomado la decisión de agradar a Dios y no a los hombres.
Daniel sirvió a dios y le adoró aunque fuera lo último que hiciera ese día, y lo hizo bien.
La vida de Daniel es un ejemplo de un culto verdadero y agradable a Dios.
Quien quiere agradar a Dios con su vida:
- No busca la aprobación del mundo.
- No se deja llevar por la corriente actual.
- No basa su relación con Dios por las circunstancias ni por lo que ven sus ojos.
- Adora a Dios con su forma de vivir y no la amolda, ni se deja influenciar por la baja moralidad y decadencia del mundo actual.
- Solo se deja transformar por la obra del Espíritu Santo, por medio de la renovación de su mente, para entender así lo que es vivir en la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios.
Entonces, para conducirnos en la vida agradando a Dios y haciendo su voluntad, el Apóstol Pablo nos aconseja pensar y hacer esto:
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros. Filipenses 4:8-9
2 No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Este mundo: o El tiempo presente.
Veamos el ejemplo de Daniel:
UN HOMBRE QUE NO SE CONFORMÓ A SU SIGLO.
Daniel 6: (Reina-Valera 1995)
7 Todos los gobernadores del reino, magistrados, sátrapas, príncipes y capitanes han acordado por consejo que promulgues un edicto real, y lo confirmes, ordenando que cualquiera que en el espacio de treinta días demande petición de cualquier dios u hombre fuera de ti, rey, sea echado al foso de los leones.
¿Qué hizo Daniel?
Daniel 6: 10
Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa; abiertas las ventanas de su habitación que daban a Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, oraba y daba gracias delante de su Dios como solía hacerlo antes.
El edicto: era la ley que no podía ser abrogada.
Pero Daniel no dejó de ser hacer lo que hacía siempre, no negó su fe, no cambió su forma de adorar a Dios para formar parte del Sistema y ser aprobado por la Sociedad de su Tiempo. No dejó de ser quien era, porque él había tomado la decisión de agradar a Dios y no a los hombres.
Daniel sirvió a dios y le adoró aunque fuera lo último que hiciera ese día, y lo hizo bien.
La vida de Daniel es un ejemplo de un culto verdadero y agradable a Dios.
Quien quiere agradar a Dios con su vida:
- No busca la aprobación del mundo.
- No se deja llevar por la corriente actual.
- No basa su relación con Dios por las circunstancias ni por lo que ven sus ojos.
- Adora a Dios con su forma de vivir y no la amolda, ni se deja influenciar por la baja moralidad y decadencia del mundo actual.
- Solo se deja transformar por la obra del Espíritu Santo, por medio de la renovación de su mente, para entender así lo que es vivir en la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios.
Entonces, para conducirnos en la vida agradando a Dios y haciendo su voluntad, el Apóstol Pablo nos aconseja pensar y hacer esto:
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros. Filipenses 4:8-9